De pequeño, Neji era un niño alegre, dulce e inocente, no dándose cuenta del significado del Sello Maldito de la Familia Principal Hyūga hasta que su tío lo usó e hizo daño a su padre. En ese momento comenzó el rencor hacia la Rama Principal del Clan, más adelante este sentimiento se incrementaría con la muerte de su padre, lo que le llevó a tener su propia filosofía de que todos nacen con un destino que no se puede cambiar.
Desde siempre Neji ha sido considerado un genio. Unido a su manera fatalista de ver las cosas y el tener consciencia sobre su propio poder lo harían arrogante y orgulloso, considerando que los débiles lo serían toda su vida, por lo que el esfuerzo es algo inútil y se debe buscar la manera de no sufrir por cambiar algo que es invariable. También mostró no tener respeto a aquellos que apoyan a los débiles a mejorar, como a Naruto o incluso a Gai y Kurenai. Además el rencor hacia la Rama Principal influía en su vida, considerando que por ser de la Rama Secundaria era más vigilado o rechazado. Su relación con Rock Lee mostraba todos los aspectos de su personalidad, considerándolo débil y que el esfuerzo que hacia por superarlo era en vano, intentando cambiar la actitud de Lee para que desistiera en su esfuerzo, pero también se preocupaba por él como cuando quiso vengarse del daño que le hizo el Equipo Dosu, y con el tiempo va dándose cuenta de la fuerza de su compañero, aunque considera que una persona que debe destruirse a sí misma para hacerse fuerte no puede avanzar. A pesar de ser un experto analizando las emociones de otras personas, no soporta que le digan a él lo que siente en su interior, ya que intenta ocultarlo, provocándole que se enfurezca. Esto casi le llevó a asesinar a Hinata cuando ella descubrió cuanto sufría por la división entre las ramas del Clan Hyūga. Le gusta comprobar sus habilidades enfrentándose a otros "genios" como Sasuke. La idea que resume su mentalidad fatalista es que "Un perdedor siempre será un perdedor", por lo cual no puede ganar contra un genio, no importa lo que entrene, como Lee, o el crecimiento personal que haga, como Hinata. Más adelante afirmaría que buscaba ser aceptado al igual que lo intentaba su prima.
Finalmente esta actitud cambia tras el combate con Naruto. Ante la insistencia de su adversario a no rendirse y no retirar sus palabras, Neji acaba retándolo a que lo demuestre derrotándolo, lo cual Naruto hizo, diciendo que no podía perder por haberlo llamado perdedor. Neji comprendió entonces que si un perdedor como Naruto podía cambiar su destino, él, siendo un genio, también podría hacerlo. Junto a la revelación de Hiashi sobre la verdad de la muerte de Hizashi y al leer las últimas palabras de su padre, que le pedían que derrotara al destino, Neji decidió que hubiese un destino o no, él pelearía por lo que quisiese cambiar. El genio comenzó a preocuparse más en el trabajo en equipo y en lograr, de la mejor manera posible, el cumplimiento de las misiones y la seguridad de sus compañeros a la vez. Cesa de burlarse del esfuerzo de otros en mejorar, e incluso ayuda a su prima a entrenar. Neji e Hiashi intentan arreglar las dañadas relaciones que tiene la Rama Principal, en especial con Hinata, logrando, de esa manera, ser entrenado por su tío. Por último, Neji reconocería la importancia de la perseverancia, al aceptar que dicha cualidad le falta tanto como le sobra a Rock Lee, diciendo que si él se hubiera encontrado en la misma situación en la que estuvo su compañero de equipo luego de los Exámenes Chūnin, muy probablemente hubiera decidido dejar de ser Ninja, y ver que otra cosa podría hacer en la vida. También, al igual que su prima, asimiló las palabras de Naruto usándolas él mismo para continuar peleando por muy dura que fuese la batalla. Frente a Kidōmaru, acabó venciendo afirmando que fue por llamarlo perdedor. A partir de ese momento, consideró a Naruto el que consiguió "liberarlo" de su "jaula".
Tras el regreso de Naruto tres años después, Neji continuó su evolución personal, convirtiéndose en una persona muy tranquila y analítica. Su repulsión a la actitud exagerada y enérgica de su maestro Gai y su compañero Lee ha aumentado, pero, a diferencia de Tenten, simplemente los ignora o intenta convencerlos con palabras. El odio hacia la Rama Principal ha desaparecido, sintiendo una enorme preocupación por Hinata, ayudándola con sus entrenamientos, animándola y confiando en ella. Finalmente imitó a su padre, Hizashi, decidiendo por sí mismo su destino, sacrificándose para proteger a Hinata y Naruto, y lo que el Jinchūriki representaba para toda la Gran Alianza Shinobi.
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